- 26 jul 2018
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La Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe es un recinto sagrado para la cultura mexicana y ya es famosa alrededor del mundo, santuario de peregrinación de millones de devotos cada año el 12 de diciembre.

En este sacrosanto lugar, han tenido lugar numerosos milagros y hechos inexplicables que hasta el día de hoy no tienen lógica para la mente humana. Así mismo, tiene origen una leyenda según la cual, muy tarde ya la noche, en los días del movimiento para la peregrinación del 12 de diciembre, mientras los devotos duermen alrededor de la Basílica, una mujer vestida con una túnica blanca y con una vela encendida deambula por los corredores y escaleras que llevan de la Basílica vieja a la nueva.
Una vez en el lugar, la extraña y etérea aparición se coloca ante el altar del aposento y se le ve orar, mucho rato después se retira del lugar y deja la vela que lleva encendida, desapareciendo misteriosamente ante los ojos de los testigos estupefactos del hecho.
Uno de los aspectos más curiosos del caso es que, con lluvia o brisa fuerte, la vela nunca se apaga y siempre llega a buen resguardo hasta el altar donde es depositada. Quizás se trate de una pobre mujer que en vida no pudo cumplir con la peregrinación al lugar o no pudo pagar una promesa contraída.
Lo cierto es que a pesar de ser un poco difícil de creer, muchas personas la han visto deambular y hacer el trayecto, por lo que ni la iglesia se atreve a declarar a favor o en contra de la aparición, pues son muchas las personas que manifiestan haber visto a la misteriosa mujer.
El lugar está lleno de encanto y magia, se reúnen las creencias católicas nuevas con las viejas creencias precolombinas, todo lo cual hace el ambiente proclive para estas misteriosas apariciones.
Al día de hoy, según la leyenda, la mujer sigue cumpliendo con su recorrido.